¿Cómo construir en la Sierra una red articulando los diferentes agentes y colectivos, así como la producción y el consumo? La cooperación entre los actores para compartir herramientas de incidencia política es clave para la transición agroecológica.
El pasado domingo, 27 de marzo, se celebró la primera asamblea itinerante de la Comunidad de Madrid en el Espacio Social La Fuente (Zarzalejo). Participaron más de 30 personas de diferentes colectivos, incluso, de otro continente, ya que nos encontramos con compañeras de Honduras de visita por España (Ingeniería sin Fronteras). Esta movilización permitió destacar la variedad de entidades que ya están organizadas en la Sierra Oeste. Destacó la oportunidad para que las ciudades pequeñas sean focos de la transición agroecológica.
Mapa de colectivos presentes en la asamblea
Talleres de reflexión, unión de ideas
Tuvimos la oportunidad de trabajar en dos grupos diferentes: uno centrado en la producción y otro en las ventas y el consumo.
El taller sobre ventas y consumo abordó los temas de la articulación de las iniciativas de consumo y la mejora de los puntos de venta directa. Seguiremos trabajando sobre la coordinación de la logística de los grupos de consumo y la posibilidad de centralizar los pedidos. Se propuso la utilización de las redes sociales y de plataformas online (tipo karakolas ) para facilitar el contacto, y la redacción de boletines informativos.
También se planteó la necesidad de vincular a los proyectos productivos locales con el comercio local. Se está trabajando sobre propuestas a los ayuntamientos para cuotas de productos locales en las tiendas, y sensibilización directa a los comerciantes. La cuestión de los mercados de productorxs se volvió a poner sobre la mesa, con la propuesta de que una persona “de referencia” se encargue de coordinar y gestionar un calendario de mercadillos en la Sierra y hacer incidencia política en los ayuntamientos (ya sean mercadillos agroecológicos o los ambulantes, tradicionales de los pueblos). Se planteó la importancia de que los mercadillos fueran regulares y que tengan un espacio ‘reservado’ para productorxs, ya que son también espacios de encuentro y sensibilización.
En el taller sobre producción se habló de la falta de productores, y se planteó la necesidad de hacer el campo atractivo, para favorecer el relevo generacional. Hablar en positivo, valorar la calidad de vida en el campo, afirmar que se puede vivir bien con menos, son algunos de los argumentos que podrían contribuir a revitalizar el campo y a revalorizar la profesión de agricultor/a.
Acoger más prácticas para transmitir su saber es también una propuesta importante. Para ayudar a la incorporación de nuevxs productorxs, hacen falta más formaciones para la profesionalización, y que se reduzca la burocracia para el acceso a recursos.
Para luchar contra su precariedad, el grupo propuso una mejor planificación para favorecer la articulación entre oferta y demanda, así como facilitar el acceso a una vivienda digna cerca de la producción.
Una adecuada normativa, sobre todo en cuanto a los animales, es también imprescindible. Además de la normativa en sí, la sensibilización de quienes la aplican parece aún más importante. El personal técnico en los Ayuntamientos e instituciones tendría que recibir formación sobre las especificidades de la agroecología. También, lxs productorxs insistieron en la lucha contra conflictos de intereses en la aplicación de la normativa, que a veces es parcial; incluso se habló de “una mafia”, y de “persecución” en algunos casos. Por fin, se recordó que se puede (debe) hacer la agroecología en colectivo, creando alianzas entre los agentes del territorio.
Comparar la situación de cooperativas y grupos de consumo urbano y rurales nos dio claves para entender el gran potencial de estos últimos y su mayor sostenibilidad al reducir drásticamente las necesidades de transporte.
Lugares de encuentro, intercambio de experiencias vividas
Esta asamblea ha sido una oportunidad para trabajar el sentimiento colectivo. Crear lazos es imprescindible para fortalecer el movimiento, potente pero atomizado. Estos espacios informales, compartiendo una jornada y una comida, permiten promover los aspectos afectivos y poner en valor los productos de los participantes. En esta ocasión, disfrutamos el queso de distintxs productorxs de la comarca, la paella de Alberto (vecino de Zarzalejo), los bizcochos y el pan de El Árbol del Pan…
Las charlas con un café son fundamentales; los testimonios de productorxs nos lo recordaron. Nos hablaron de la falta de apoyo y de barreras que han tenido y siguen teniendo para conseguir una viabilidad productiva sostenida y sostenible. Algunxs de ellxs se encuentran ahora en una encrucijada en términos de dificultades: venta de la panadería sin que el precio de compra refleje la inversión que se había realizado en el proyecto; dudas a la hora de volver a poner en marcha la huerta después de tirar miles de kilos de hortalizas por no encontrar consumidores y cadenas de comercialización durante la pandemia; desperdicio de centenares de huevos y sacrificio de gallinas por el cambio de normativa y una prohibición de comercialización sin razones claras (sólo un año después de que se le concediera la licencia para producirlos); dificultades para vender la carne procedente de la ganadería extensiva, 6 años después de iniciarse en este campo…
Esos testimonios demuestran la necesidad de articular y promover ayudas y políticas públicas: estos proyectos han comenzado sin ningún tipo de ayuda y, algunos, han fracasado sin ayuda. A veces, no sólo no es que no haya apoyo, es que incluso se habla de normativa contraria a la agroecología que restringe y dificulta.
Los testimonios destacaron también el papel particular que desempeñan las mujeres productoras, que a pesar de su duro trabajo y dedicación son invisibilizadas. Adoptar un enfoque de género cuando hablamos de las dificultades de lxs productorxs es imprescindible.
Hoy, lxs productorxs son héroes y heroínas cuando consiguen mantener su proyecto a flote. ¿Es esto lo que realmente queremos para lxs que nos alimentan y cuidan la tierra? Esta actividad no debería ser una lucha constante contra todo y todxs.
Pero también nos recuerdan que la salida es la cooperación entre actores. Una productora, por ejemplo, encontró apoyo en la asociación Ganaderas en Red. El proyecto del CSA de Zarzalejo (Agricultura Sostenida por la Comunidad, es otro ejemplo exitoso de producción apoyado por la cooperación. La iniciativa vecinal y comunitaria alimenta a muchas familias, gracias a un agricultor contratado a tiempo completo, y otro que le ayuda a media jornada. Las familias también participan en los trabajos de huerta y gestionan la repartición de la producción generando más vida social en el pueblo. Una vez más, el proyecto sólo consiguió mantenerse gracias a la tenacidad del grupo y a sus arraigados valores de justicia social y principios agroecológicos.
Seguir luchando, y también soñando por un mejor futuro
Mientras la gran industria se apropia de nuestras luchas y de nuestros términos, es imprescindible visibilizar el trabajo de lxs productorxs agroecológicxs, que no tiene que ver con los alimentos ecológicos de Carrefour o con las llamadas panaderías de masa madre. Es esencial la sensibilización a todos los niveles y para todos los públicos, incluidas las escuelas y la educación popular. El aumento del número de lugares de intercambio, la preparación de una escuela de verano y la difusión en las redes sociales se definieron como elementos importantes para la transición agroecológica en la región.
En cualquier caso, es necesario seguir abriendo espacios e incidir en estas propuestas, junto con otros agentes clave, para que la Agroecología tenga la presencia que se merece en el espacio público.