Todo apunta que la ayuda alimentaria se va a canalizar principalmente a través de tarjetas. El 22 de octubre Carta contra el Hambre, el Observatorio para el Derecho a la Alimentación y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid nos convocaron a un taller de propuestas desde la sociedad civil. Nos planteamos cómo conjugar tarjetas para superar la estigmatización de las “colas del hambre” con la conexión a sistemas alimentarios alternativos basados en condiciones de producción dignas y sostenibles, soñando con tarjetas para una alimentación agroecológica.
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Una nueva estrategia contra la privación material
La nueva estrategia de lucha contra la privación material para los próximos años adoptada por la Unión Europea (FSE+) y cuyas “Bases comunes de aplicación” para España ya han sido aprobadas a nivel estatal (BOE del 18 de mayo del 2022). Falta, sin embargo, su concreción definitiva a nivel de las comunidades autónomas. Tienen como elemento pivotal la tarjeta de alimentación, que se entrega a los hogares con bajos ingresos (inferiores al ´límite que se establezca) con un saldo mensual para que puedan cubrir sus necesidades básicas de alimentación, aseo e higiene. Supone un cambio radical respecto al sistema actual, en el que había grandes compras centralizadas y los alimentos se entregaban a través de entidades de reparto.
En el caso de Madrid, Ignacio Ayres Janeiro, Director General de Asuntos Sociales, Consejería de Familia, Juventud y Política Social, explicó que están a la espera de que el Ministerio desarrolle el acuerdo marco. Después se centró en la Ley de Servicios Sociales de la CM, recién aprobada. Destaca que se pasará a contar con un tarjeta digital única y una historia social única y definirá claramente la cartera de servicios y las relaciones con el tercer sector.
Desde la Mesa contra la exclusión social de Tetuán, Carlos Lázaro presentó las perspectivas y demandas de los grupos activos de base: La tarjeta permite superar la estigmatización que acompaña a las “colas del hambre”, pero hay un problema de embudo burocrático para el acceso y renovación de dichas tarjetas en los centros de Servicios Sociales ya que se encuentran colapsados. Piden ampliar el personal de los Servicios Sociales y también la cooperación con las entidades de reparto a nivel municipal o de distrito , mediante una “Hoja de derivación” a los Servicios sociales, tal como se diseñó para la TAT en la Mesa contra la Exclusión de
Tetuán. Para terminar, recordaron que la participación activa de las personas receptoras y las entidades colaboradoras es “preceptiva”.
Las propuestas desde la “sociedad civil”
Pasamos a trabajar en grupos las propuestas que se tradujeron en tres ideas fundamentales:

Tarjetas. Superar en el enfoque de tarjetas para “gestionar la pobreza”
Pensamos que funcionar con tarjetas es una oportunidad si conseguimos salirnos de los circuitos de la gran distribución y la gran industria alimentaria. Queremos:
● que se fomente el comercio de barrio y se incluyan otros espacios de compra, como supermercados cooperativos, economatos, cooperativas y también que se pueda considerar los grupos de consumo que integren grupos de receptoras/es.
● que se primen los espacios de participación, compra en colectivo y con mecanismos de aprovechamiento máximo de los alimentos
● que se considere a las entidades de reparto como colaboradoras
En definitiva, abrir posibilidades más allá de las grandes superficies y del recurso a soluciones individuales, entendiendo que las respuestas desde modelos cooperativos (por ej. integrados en grupos de consumo o supermercados cooperativos) facilita establecer redes, el desarrollo personal, conocer otros ámbitos y gentes. Con ello se aumentan las posibilidades de empleo por diversificación de contactos y puede contribuir a “salir del bucle de la pobreza”.
Tarjetas para alimentos saludables
Queremos que se considere la compra de alimentos proteicos de origen animal (carne, pescado y huevos) y basada en el comercio local, de proximidad. Así se da respuesta a varias necesidades e intereses:
● En el modelo actual hay una falta de proteína saludable y fresca en las ofertas alimentarias de bancos de alimentos y otras entidades.
● Es necesario un cambio en el tipo de alimentos ofertados, reduciendo albóndigas enlatadas, salchichas en lata, magro de cerdo (inadecuado para la comunidad musulmana) y aumentar carne fresca, pescado freso, huevos, legumbre…
Herramientas para la ayuda alimentaria
Queremos disponer de espacios de cultura alimentaria, donde tejer redes comunitarias que facilitan las soluciones colaborativas vecinales. También necesitamos mecanismos de coordinación y contar con espacios de encuentro, ayuda. Pensamos un proceso que:
● En el que haya espacios en el barrio dotados de maquinaria y cocinas, donde ejercer la participación colectiva.
● Procesos de acompañamiento para coordinación y formación, que considere la salud mental y el bienestar emocional.
● Reconocimiento de los talentos para enriquecimiento.
● Métodos creativos para formar grupos y un espacio agradable y bello.
● Hacer mucha pedagogía en que la alimentación es un DERECHO.
Queda mucho trabajo por delante y el taller nos permitió constatar que hay muchas maneras diferentes de entender las emergencias alimentarias y cómo responder ante necesidades inaplazables. Lo que seamos capaces de conseguir dependerá de nuestras habilidades para dialogar, escuchar y crear alternativas diversas que sepan conjugar respuestas a la urgencia con el afianzamiento de modelos de economía social. Desde Madrid Agroecológico tenemos ganas de intentarlo. |